viernes, 18 de mayo de 2007

ENTRE RESFRÍOS Y CAMBIOS DE RITMO | Harold Segura

Aparecida, 18 de mayo de 2007


Desde cuando llegué a Aparecida supe que iba a tener problemas con el clima. Esperaba calor, pero encontré frío. Mi primera salida por la pequeña ciudad fue para conseguir ropa abrigada, pero por fortuna no la conseguí. Fue mejor así porque al día siguiente hizo mucho calor. El clima cambia con mucha frecuencia y nos sorprende. Un sacerdote amigo ---y colombiano como yo--- me contó esta mañana que la semana antes de la llegada del Papa la temperatura había pasado de 10 grados Centígrados en la mañana a 34 al medio día. Para enfermar hasta el más fuerte. Y así ha sido. Hoy en la mañana las sesiones transcurrieron entre estornudos y malestares de gripe.
Pero también hay otros cambios que aunque también bruscos, estos sí muy positivos. Cambió el ritmo de las reuniones y pasamos de los discursos (que por más importantes que sean no dejan de ser discursos) a las sesiones de trabajo en grupos. La primera unidad temática se denominó "EL TIEMPO ACTUAL", correspondiente al análisis de la realidad del Continente. La metodología que se acordó fue una bien conocida para la teología y la pastoral latinoamericana: primero "ver", después "juzgar" para luego "actuar". De modo que comenzamos por "ver" lo que acontece en la Región y las implicaciones para el discipulado y la misión.
Primero un Obispo presenta una breve ponencia seguida de dos reacciones. Con ese insumo inicial, nos distribuimos en grupos de quince a veinte personas. En total formaron quince grupos. El mío, por ejemplo es el número siete. Cada grupo nombra un redactor encargado de escribir una síntesis de los aportes. Con esa síntesis, el grupo se reúne junto a otros dos grupos y entre ellos tres elaboran una síntesis integrada. A esta metodología la llama el reglamento sistema de trabajo "en reja". Hoy se presentaron las síntesis de ayer. En casi todos los grupos se dio una mirada a la realidad social, cultural y eclesial. Mencionaron la globalización, la pobreza, la crisis de las instituciones, la agresión ecológica, el desencanto con los sistemas democráticos, la desigualdad, el narcotráfico, la corrupción y otros asuntos que describen bien nuestro panorama. Habiendo recibido el producto del trabajo de los grupos, se abre la sesión para la participación de los obispos que deseen intervenir. Estas intervenciones deben haber sido solicitadas de antemano a la Presidencia y se presentan por escrito. De esta manera se garantiza el orden y la calidad de las intervenciones.
Hoy escuchamos once intervenciones señalando ausencias en el trabajo de los grupos. Se pidió que se dijera algo más acerca del mundo indígena, del medio ambiente, del narcotráfico, del diálogo intercultural e inter-religioso, de la familia, de los adultos mayores y de las niñas y los niños. No faltó la ya acostumbrada alusión al "proselitismo protestante", referencia que no debe indisponernos si al final llegamos a acuerdos fraternales (esperamos que no se hable más de sectas protestantes sino de comunidades eclesiales o comunidades cristianas) para que juntos(as) podamos trabajar en la superaciones de los males más urgentes. Ante tanta negación de la vida todos(as) debemos unir las manos. La pobreza inhumana, por ejemplo, no hace acepción de personas; es un mal de todos(as) y entre todos(as) podemos combatirla. Los males del mundo son como el resfriado, que no hace distinción de credos.
Harold

2 comentarios:

Jesús Vera dijo...

Pues vaya otra vez mi felicitación a Harold por su trabajo, seguro, en medio de la tensión que genera la otra iglesia, se mantiene fiel a su labor entre ellos y de paso, pues nos enriquece con sus aportaciones.

Siga adelante hermano

Jesús Vera
Pastor Bautista

Harold dijo...

Jesús, agradezco tus palabras de ánimo.
Harold